El domingo me dirigí a la ciudad de San Cristóbal a una "vela" o "nueve días", como le llamamos los dominicanos a los rezos que se les hacen a los difuntos nueve días despues del velorio. Hacía nueve días que había fallecido la madre de un amigo de la universidad y fui a darle el pésame. No sabía como llegar exactamente hasta la casa de mi amigo, por lo que me auxilié de una amiga en comun que tambien vive en San Cristobal. Un vez que llegué al parque principal de la ciudad la llamé al telefono celular para que me explicara la dirección y entonces me dijo un sin fin de instrucciones para llegar:
"sigue la calle del parque derecho como quien va para el mercado, después de la segunda bomba de gasolina dobla a mano izquierda como quien va para el cerro, pero no es para el cerro, luego dobla al izquierda de nuevo y en la proxima cuadra dobla a la derecha, cuando pases por el seguro social no dobles de una vez sinó una cuadra despues, de ahí sigue esa calle hasta el fondo y al final dobla a la izquierda y ahí está."
Mas o menos eso es lo que recuerdo que me dijo, y al final agregó: "nos vemos allá mas tarde". Que tremendo lío, los dominicanos somos famosos dando direcciones. Traté de seguir las intrucciones pero después que doblé en la bomba de gasolina y dí un par de vueltas más, ya no sabía con exactitud a donde iba. Como sabrán los que son de pueblo en las "velas" siempre hay mucha gente, cierran la calle, rentan sillas plásticas, brindan café y ademas colocan una lona grande para cubrir del sol a los visitantes. Con semejante descripción no me iba a ser dificil encontrarla y mucho menos si ya me encontraba en el mismo sector. En eso pensaba cuando de repente me encontré con la multitud. Por fin llegué. Dejé el carro a una distancia prudente y me dirigí a buscar a mi amigo, ya que era la única persona que conocía de la familia. Entré a la casa y veo la foto de una señora sobre una mesa que hace la función de un altar con flores y velones. saludo a todos los presentes y tambien me saludan con mucho afecto, como si me conociesen o como si formara parte de la familia. Pregunto por mi amigo que a todo esto todavía no lo he visto, me dice que no saben, pero me hacen pasar una habitación donde están los familiares. Saludo y me quedo buscando con la vista a mi amigo y no lo veo entre los presentes. Me imagino que seguro ha salido a hacer alguna diligencia y que debe de estar por volver. Salgo fuera de la casa y me siento con los demás en una silla plástica. Me brindan café y me pongo a conversar con los presentes cuando escucho que la difunta solo tenía una hija. Me dije para mi mismo: "Donde carajo me he metido". Esa no era la "vela" que andaba buscando. Como iba yo a imaginar que habían dos velas el mismo día y en el mismo sector en un pueblo tan pequeño. Coincidencias de la vida. Salgo de ahí disimuladamente, camino una cuadra y pregunto: ¿donde hay otra "vela" cerca de aquí? me dicen que a solo dos cuadras esta la otra "vela". A todo esto me imagino que esa si debe ser la que yo ando buscando. Cuando llego me quedo buscando entre los presentes a mi amigo y no lo veo, me asalta la duda de si en verdad estoy en la "vela" correcta o me he equivocado de nuevo, cuando en esos instante se acerca mi amigo y por fin le doy el pésame: "siento mucho tu pérdida" le dje...
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